Los perfiles físico-rendimiento de los futbolistas masculinos subélite fuerón monitoreados durante 6 semanas de una temporada competitiva. En el estudio Int J Sports Physiol Perform. 2014 May;9 se dividierón en dos grupos:
1 (1G, n = 15)
2 (2G, n = 15)
Es decir, un partido de competición por semana, o dos partidos por semana. En las semanas 0, 3 y 6, 48 h posteriores al partido, los jugadores completarón salto con contramovimiento (CMJ), de 10 y 20 m sprint, el Test Yo-Yo de Recuperación Intermitente (YYIRT), y el cuestionario la de recuperación-Stress . Ambos grupos realizarón 2 sesiones semanales de entrenamiento. El 2G mostró después de 6 semanas la YYIRT (-11% a 3%, IC del 90% -15,8% al -6,8%, p <0,001) y actuaciones CMJ (-18,7%, -21,6 a -15,9%, p =. 007) y mayores de 10 m (4.4%, 1.8 a 6.9%, p = 0,007) y 20-m valores sprints (4,7%, 2,9% y 6,4%, p <0,001). No se encontrarón diferencias en las 3 semanas (0,06 <p <0,99). No se encontraron cambios en el tiempo (0,169 <p <0,611) y no hay interacciones grupales (0,370 <p <0,550) para el estrés, la recuperación y el Índice de Recuperación de estrés.
Conclusión
La capacidad de los jugadores al sprint, saltar y realizar ejercicio intenso repetido se vió gravemente afectado al jugar 2 partidos de competición a la semana durante 6 semanas. Los jugadores de fútbol deben ser conscientes de los efectos de la nutrición en el proceso de recuperación después del ejercicio. Los principales objetivos para la nutrición de recuperación están en el reponer las reservas de carbohidratos y la maximización de la síntesis de proteínas musculares, proporcionando suficiente proteína a intervalos apropiados.
La ingesta de grasa es poco probable que sea un factor limitante en la restauración de la capacidad de ejercicio, pero puede desempeñar un papel permisivo, sin embargo, el líquido es de una importancia primaria en la recuperación del futbolista ya que podria ir minando su rendimiento. Ingredientes alimentarios bioactivos pueden tener un papel modulador en el proceso inflamatorio, acelerando así la recuperación, además de proporcionar macronutrientes después del ejercicio, prometiendo está emergiendo datos con respecto a otros componentes de los alimentos que pueden influir indirectamente el proceso de recuperación. Ejercicio vigoroso (con carácter excéntrico) se ha demostrado que aumenta el daño muscular, inflamación, dolor muscular de aparición retardada y la función muscular reducida. La respuesta podría ser desencadenada por citocinas inflamatorias (Davis et al., 2007). Este es un proceso saludable hasta cierto punto, pero podría rebasar y limitar la recuperación. En ese caso, los componentes de los alimentos que modulan el proceso inflamatorio podría ser útil en el proceso de recuperación aguda (Nedelec et al., 2013). Los estudios han demostrado algunos efectos beneficiosos de los omega-3 los ácidos grasos, la curcumina (Davis et al., 2007), el jugo de cereza ácida (Connolly et al., 2006; Howatson et al., 2010) (Tartibian et al., 2009) y N-acetil cisteína en el proceso de recuperación (Michailidis et al., 2013) debido a sus efectos y / o anti-oxidantes anti-inflamatoria. Aunque estos datos muestran resultados prometedores, debe tenerse en cuenta que no todos los resultados se obtuvierón a partir de experimentos humanos, efectos sobre los resultados funcionales. En cualquier caso, anti-inflamatoria y la suplementación antioxidante debe ser cuidadosamente dosificada, ya que el proceso inflamatorio desencadenan adaptaciones al ejercicio reacción redox,. Por lo tanto, las dosis altas crónicas de la suplementación con antioxidantes pueden ser perjudiciales para la formación a largo plazo (Baar, 2014). Además, es importante tener en cuenta que el entrenamiento hasta regula las defensas antioxidantes y anti-inflamatorias (Gómez-Cabrera et al., 2008). Por lo tanto, los efectos anti-inflamatorios de los alimentos y la suplementación es probable que sean menos en atletas bien entrenados. El uso de los alimentos funcionales o ingredientes alimentarios para mejorar la recuperación es una nueva área de investigación interesante, pero es evidente que, más investigación debe hacerse para poder determinar el momento óptimo, ingredientes, dosis y efectos a largo plazo.
Sin embargo, aún quedan muchas preguntas. El uso de «bioactivos» se debe considerar cuidadosamente, con la posibilidad de hacer más daño que bien, en la adaptación. La comida fisica, es decir, la alimentación se puede utilizar para lograr los objetivos de recuperación, pero las dietas de los jugadores suelen complementarse con productos específicos debido a la facilidad y los aspectos prácticos. Cuestiones prácticas como el tiempo total de recuperación hasta el próximo partido, la calidad de la dieta y el consumo de energía individual se deben considerar en la planificación de una estrategia de recuperación individualizada.