La suplementación con L-arginina puede mejorar el rendimiento por dos vías fundamentalmente: 1) aumento de la sercrección de hormona del crecimiento (GH), y 2) como precursor de la síntesis de óxido nítrico (NO), aunque las investigaciones no son concluyentes. Recientemente se han publicado los resultados de una investigación (Forbes y col, 2013; Int J Sport Nutr Exerc Metab 23: 369) en la que los autores valoraron el efecto de la suplementación con L-arginina (0,075 g/kg) sobre la respuesta metabólica y hormonal durante ejercicio submáximo (60 min al 80% umbral ventilatorio 1) en bicicleta en sujetos entrenados. El grupo experimental (ARG) aumentó la concentración plasmática de L-arginina, mientras que no se detectaron cambios en el grupo control (CON). No se observaron diferencias entre los grupos en las concentraciones de GH, ácidos grasos libres, lactato, glucosa, VO2, VCO2, RER, oxidación de hidratos de carbono y NO. En el grupo ARG se observó una reducción en la oxidación de las grasas al inicio del ejercicio, y mayores concentraciones de glicerol a los 45 min de ejercicio. En conclusión, la ingesta aguda de L-arginina no parece alterar sustancialmente las respuestas metabólicas y hormonales al ejercicio de intensidad submáxima. Son necesarios nuevos estudios evaluando diferentes intensidades de ejercicio aeróbico, o entrenamientos de fuerza, para llegar a conclusiones más definitivas. En cualquier caso, no parece que la suplementación con L-arginina llegue a posicionarse como una ayuda ergogénica de probada eficacia.