La mayoría de los sujetos que realizan ejercicio aeróbico ya sea con fines de rendimiento, ya sea con objetivos de mejorar la salud, utilizan marcadores de intensidad con el fin de adecuar las cargas de entrenamiento. Lo “tradicional” es prescribir la intensidad del ejercicio en términos relativos utilizando %VO2max ó %FCmax (%frecuencia cardiaca máxima), pero esas referencias relativas se asocian con una importante variabilidad de respuesta al ejercicio cuando son aplicadas a diferentes individu
Así, un ejercicio realizado al 70%VO2max por dos personas, puede suponer en el sujeto A estar implicando a las fibras tipo I, y por consiguiente al metabolismo oxidativo, mientras que en el “B” hacer partícipes también a las fibras tipo II, y con ello al metabolismo glucolítico anaeróbico. Esta misma variación en la respuesta, y por consiguiente en las adaptaciones, se da incluso más marcada si aplicamos %FCmax. Existen diferentes alternativas para manejar la intensidad de ejercicio de manera individual, pero de todas ellas los umbrales aeróbico y anaeróbico son las variables más fiables para determinar la intensidad fisiológica asociada a una sesión de ejercicio de resistencia aeróbica. Los umbrales aeróbico y anaeróbico nos permite una demarcación clara entre diferentes fases de intensidad (I, II, III) que tanto los entrenadores deportivos, como los entrenadores clínicos, utilizan para decidir las intensidades del entrenamiento. Así, la intensidad fisiológica al realizar 5 k a intensidad umbral aeróbico, será la misma en el campeón mundial de maratón, que en el aficionado que realiza los 10 k en 60 minutos. La diferencia estará en que mientras el atleta de elite correrá a 18 km/h, el deportista aficionado lo hará a 10 km/h, pero el estrés fisiológico y por tanto la intensidad relativa será muy similar. Una simple prueba de esfuerzo con análisis de gases respiratorios o un test de lactato nos permiten conocer de manera fácil y fiable la situación de nuestros umbrales y con ello ser más precisos a la hora de estructurar las cargas de entrenamiento.