La pérdida de masa muscular asociada al envejecimiento es un problema de salud en esta población, afectando no solo a la función muscular mecánica (fuerza, movilidad, etc.), sino también a la función muscular endocrina. Se ha postulado que la ingesta de proteínas puede contribuir a minimizar la pérdida de tejido muscular ligada a la edad. Recientemente, se han publicado los resultados de un estudio (Hamer y col, 2013; Nutrition & Metabolism 10:15) en que los autores hipotetizaron que la mayor liberación endógena de insulina después de una co-ingesta de hidratos de carbono facilitaría la incorporación de aminoácidos al músculo después de ingerir un suplemento de proteínas (20 g). Los resultados mostraron que la co-ingesta de hidratos de carbono no aumentó la incorporación de aminoácidos derivados de la dieta a las proteínas musculares de hombres de edad avanzada. Esto implica que no se requiere la co-ingesta de hidratos de carbono para optimizar a incorporación post-prandial de proteínas al músculo en esta población. Este hallazgo es de relevancia clínica para el desarrollo de pautas alimenticias en edad avanzada.