Aviso legal, esta obra escrita por Alejandro Ocaña García se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported

SARS-CoV-2

Como todos sabemos COVID-19 es una enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2. ⁣⁣⁣⁣
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El distanciamiento social junto con las medidas de higiene han sido clave para evitar un aumento de las infecciones. Pero tenemos que tener en cuenta que el ejercicio físico (no extenuante) y un correcto descanso puede reducir el riesgo de una infección por SARS-CoV-2 o duración y gravedad de los síntomas, ya que estos factores influyen en nuestro sistema inmune. Sin embargo, se debe de evitar conductas o hábitos de vida que puedan aumentar un desequilibrio entre los ROS (especies reactivas del oxígeno) y las defensas antioxidantes, hábitos como una alimentación desequilibrada, situaciones continuas de estrés, falta de ejercicio físico entre otros.⁣⁣⁣⁣⁣

⁣Hasta que se produzca la inmunidad de toda la población, que probablemente será por un tiempo limitado, o se logre una vacunación masiva, las medidas preventivas deben de estar presentes y así reducir el riesgo de rebrotes. ⁣

La duración de inmunidad después de una infección por SARS-CoV-2 como la estacionalidad de las infecciones por SARS-CoV-2 determinará la frecuencia de contagio y la fortaleza del mismo en futuros brotes, por lo que parece probable que esto pase. Ya que se cree que el SARS-CoV-2 convivirá con nosotros durante años. Y en esto, nuestro sistema inmunitario juega un papel fundamental. ⁣⁣⁣⁣⁣

SISTEMA INMUNITARIO

Compleja red de células, tejidos y órganos especializados que reconocen las sustancias extrañas, principalmente los microorganismos patógenos (causantes de enfermedades), como bacterias, virus, parásitos y hongos, y defienden al cuerpo contra ellos. Entonces, depende del estado de nuestro sistema inmune, nuestra respuesta e incluso nuestra sintomatología ante una infección, en este caso el COVID-19 puede ser de menor impacto teniendo un estado saludable. Mis recomendaciones para tener un buen sistema inmunitario son;

– Mantener una actividad física razonable y saludable (dependiendo de la persona)

– Aumentar la ingesta de Vit A y C *controlar la dosis

– Aumentar la ingesta de Vit D *controlar la dosis

– Si tienes opción intenta pasar al menos 20 o 30 min al día con una pequeña exposición solar. No a través del cristal (ya que el cristal no deja pasar los rayos UVB y si deja pasar los rayos UVA los cuales no son los que nos ayudan a sintetizar las Vit D y, además aumentan el riesgo de padecer melanoma. Si no hay posibilidad de dicha exposición, considerar de gran importancia la suplementación oral.

– Aumentar la ingesta de selenio y zinc. Son cofactores en la reposición de glutatión además de ser antioxidantes endógenos, los cuales nos van a ayudar a tener un estado saludable luchando contra un estado oxidativo.

– Aumentar la ingesta de compuesto bioactivos los cuales refuerzan nuestro s. inmune como por ejemplo la epicatequina del cacao o del té o como las catecolaminas del té, en concreto el verde.

– Aumentar la ingesta de quercitina (cebolla), ácido elágico (granada), betaína (espinácas), cúrcuma, resveratrol (uva), gingerol (gengibre), sulforafano (brócoli) entre otros… pero estos serían los más importantes hasta la fecha en el fortalecimiento de nuestro sistema inmune. Ya que se le han atribuido actividades como antioxidante, antitumoral, antiinflamatorio, antibacteriano, antifúngico, antiviral y anticoagulante. Se ha observado experimentalmente que la curcumina inhibe la sintesis de eicosanoides y la transcripción de la ciclooxigenasa 2, la sintasa inducible de óxido nítrico y el NF-kB; asimismo, actúa como antioxidante e inhibe la peroxidación lipídica y la oxidación del DNA. En los últimos años se ha establecido el papel de la curcumina sobre el sistema inmunitario, ejerciendo un efecto modulador de la activación de linfocitos T y B, macrófagos, neutrófilos, células NK y células dendríticas, también reduce citocinas proinflamatorias como TNF-alfa, IL-1, IL-2, IL-6, IL-8 e IL-12. Estos datos han permitido postular su posible papel en prevenir lesiones inmunitarias.
– De forma similar a la curcumina, se ha postulado el papel protector de la quercetina sobre el sistema inmunitario. La quercetina es un flavonoide abundante en productos vegetales como manzana, cebolla y arándanos. La quercetina tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, inhibiendo la señalización mediada por NF-kB. También es capaz de aumentar la quimiotaxis, la fagocitosis, la actividad de las células NK y la proliferación linfocítica

– Aumentar la ingesta de omega 3; principal fuente, pescado azul (si fuese imposible) considerar la suplementación oral o la ingesta de fuentes vegetales como la Chia, lino, el único problema de esta ingesta es que su conversión es muy baja y con ello su biodisponibilidad.

– Control del estrés y del sueño