Por norma general durante muchos años, casi todos los cardiólogos guardaban su opinión sobre el entrenamiento de fuerza en pacientes hipertensos, y si lo hacían, era solo prescribiendo un entreno de fuerza de muy baja intensidad. Sin embargo, desde hace tiempo, numerosos estudios han mostrado que estos pacientes se podían beneficiar del entrenamiento de fuerza mejorando el control de su hipertensión, siempre que su prescripción cumpliera los requisitos médicos. La discusión en relación a las cargas o volumen de trabajo idóneas utilizadas en este entrenamiento clínico sigue en estudio. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio J Sports Med Phys Fitness. 2016 May , cuyo objetivo fue comparar las respuestas hemodinámicas (es decir, el estudio de la dinámica de la sangre en el interior de las estructuras sanguíneas como arterias, venas, vénulas, arteriolas) como las cardiovasculares al entrenamiento de alta carga y bajas repeticiones (4-RM RT) frente a otro de baja carga y altas repeticiones (20-RM RT)
Método
Participaron sujetos sanos que realizaron 4 series de 4 repeticiones máximas (4-RM) y otro protocolo a (20-RM) ambos en extensión de piernas. La sesión de ejercicio se llevó a cabo en orden aleatorio con 48 h de separación entre ellas. Se midió la presión arterial sistólica y diastólica (SBP/DBP), mientras que se estimó el gasto cardiaco (CO) por bioimpedancia.
Resultados
Los resultados mostraron un aumento de la presión arterial sistólica a 154±22 mmHg con el protocolo 4RM, y a 203±33 mmHg con el protocolo 20 RM. La presión arterial diastólica aumentó hasta los 90±18 mmHg con el protocolo 4RM, y hasta los 126±10 mmHg con el protocolo 20 RM, siendo significativamente más elevados en el protocolo 20 RM. La SBP aumentó desde la primera serie a la 4 en el protocolo 20RM, pero no ocurrió lo mismo en el protocolo 4RM. La respuesta del CO fue significativamente más alta con el protocolo 20 RM.
Conclusión
Los autores concluyen que el protocolo de entrenamiento de fuerza a 20-RM se asoció a una mayor respuesta de la presión arterial sistólica y diastólica que el protocolo 4-RM, cuando ambos se desarrollaron hasta el agotamiento. Así pues, las respuestas hemodinámicas parecen más ligadas a la duración del ejercicio que a la diferencia de carga, a diferencia de como se creyó siempre. Sin embargo, es importante resaltar que los resultados de este estudio se obtuvieron en sujetos sanos, por lo que no debemos extrapolar los resultados obtenidos de este estudio a pacientes hipertensos, pero si es un avance más en este tema que tan poco se sabe.