Ya sabemos que neustro reloj interno (ritmo circadiano- 24 horas) controla muchos aspectos del comportamiento y de la fisiología humana, como por ejemplo, el sueño, la presión arterial y el metabolismo. La alteración del ritmo circadiano conduce a un aumento de muchas enfermedades como la enfermedad metabólica y el cáncer. Cada célula del cuerpo tiene su propio mecanismo de temporización interna controlado por las proteínas que mantienen entre sí.

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Una de estas proteínas, llamadas Rev-erb alfa, se cree que tienen un papel secundario porque el reloj funciona con bastante normalidad en su ausencia. Un estudio publicado en Genes and Development desde el laboratorio de Mitchell Lazar, director del Instituto de Diabetes , Obesidad y Metabolismo de la Facultad de Medicina de Perelman de la Universidad de Pennsylvania, mostró que una proteína estrechamente relacionada llamada beta Rev-erb sirve como respaldo para Rev-erb alfa. Cuando ambas proteínas no están funcionando, el reloj celular pierde su función de control de tiempo.

Los dos proteínas Rev-erbs trabajan juntas para controlar el metabolismo de la grasa, y en su ausencia, el hígado se inclinaría a ser graso. Estos hallazgos establecen a las proteínas Rev-erb como las principales reguladores tanto de la función del reloj interno como el metabolismo.

El equipo de investigación llegó a la conclusión de que el sistema de Rev-erb es una parte integral del reloj humano, no simples accesorios .

Este trabajo demuestra que si se quiere manipular el reloj humano, probablemente se tenga que afectar tanto Rev-erb alfa como a Rev-erb beta. El ritmo circadiano del metabolismo es importante porque su interrupción conduce a un hígado graso.