Aunque una intensidad de ejercicio aproximada al 50% VO2max se ha asociado a la máxima oxidación de las grasas (Fatmax), los ejercicios intermitentes de alta intensidad (HIIE) provocan una mayor reducción de grasa en comparación a la misma cantidad de ejercicio pero realizada de manera continua y a menor intensidad. Hasta la fecha no había bases metabólicas que explicaran los mecanismos de justificación. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Gerber y col, 2014; Eur J Appl Physiol 19-abr) en el que se investigó las respuestas fisiológicas y metabólicas a dos diferentes protocolos de ejercicio, semejantes respecto al trabajo total realizado. Con una semana de intervalo, sujetos sanos pedalearon en bicicleta durante 30 min al 50% VO2max, o realizaron 20 s de ejercicio supramáximo al 150% VO2max, separados por 40 s de recuperación. Los resultados no mostraron diferencias en la frecuencia cardiaca y VO2 medio, ni en glicerol ó ácidos grasos libres, entre ambos protocolos (ejercicio y recuperación). Los niveles plasmáticos de lactato e hipoxantina se elevaron en HIIT, y la excreción urinaria de hipoxantina y ácido úrico fueron mayores después de HIIT. Los resultados (acumulación de hipoxantina y eliminación de purinas en orina) representan una pérdida neta de ATP desde el músculo en HIIT. Así, la restauración de de esos elementos requerirán reemplazar los niveles de ATP, contribuyendo con ello a balances energéticos negativos, y en parte justificando la mayor pérdida de grasa en HIIT vs entrenamiento continuo.
Autor: J.L. Chicharro