La utilización de medias de compresión en el deporte tuvo su momento publicitario, pero los sucesivos estudios y sobre todo las apreciaciones de los deportistas que las usaron las han ido situando en su lugar. No obstante, y dado que no tienen efectos secundarios adversos no tiene sentido posicionarse en su contra, cuando hay deportistas que subjetivamente sienten sus efectos positivos. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio llevado a cabo por un grupo español (DelCoso y col, 2013; Eur J Appl Physiol 13-dic) en el que trataron de investigar la efectividad de las medias de compresión para prevenir daño muscular y preservar el rendimiento muscular durante un medio ironman. Distribuyeron a los triatletas en dos grupos: experimental (medias del tobillo a rodilla) y control. Los resultados mostraron que no hubo diferencias en el tiempo de carrera. Después de finalizar la misma las reducciones del salto vertical y potencia muscular fueron similares en los dos grupos. Los niveles de mioglobina y de CPK (creatín-quinasa) en sangre post-carrera fueron también similares, al igual que El RPE (la sensación percibida de dolor muscular) y de percepción de esfuerzo realizado.
En resumen, las medias de compresión no representaron ventaja alguna para mantener la función muscular o reducir los marcadores de daño muscular durante un triatlón (1/2 Iron-man).