El entrenamiento de fuerza puede producir hipertrofia a largo plazo, pero lo que es seguro es que justo después del entrenamiento aumenta la sección transversal del músculo (se le ha denominado hipertrofia transitoria), hecho que comprueban después de cada sesión los deportistas de fuerza ó los nadadores después de su entrenamiento. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Kristiansen y col, 2013; Scand J Med Sci Sports, 15-dic) en el que los autores comprobaron mediante resonancia magnética el aumento de la sección transversal del cuádriceps después de una sesión de entrenamiento de fuerza. Los resultados mostraron que después del entrenamiento la sección transversal aumentó significativamente respecto al valor pre-ejercicio un 13% a las 4 h, y un 15% a las 52 h. El contenido de agua del mismo músculo aumentó un 7% a las 4 h y un 8% a las 52 h, respecto al valor basal.

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La hipertrofia muscular transitoria debida esencialmente al aumento de agua, debe ser tenida en cuenta tanto en el control del peso corporal, por las variaciones que el peso total experimenta después de los entrenamientos de fuerza, como por los profesionales que realizan valoraciones anatómicas (antropometrías) a los deportistas, debiendo dejar el tiempo suficiente sin entrenamiento para poder realizar mediciones fiables.