El ejercicio agotador se asocia a disfunción transitoria del ventrículo izquierdo. Mientras la disfunción diastólica está bien documentada, todavía no está clara la existencia de una afectación sistólica. Recientemente, se han publicado los resultados de un estudio (Vitiello y col, 2013; Med Sci Sports Exerc 7-mayo) en el que los investigadores valoraron la función sistólica de sujetos jóvenes después de 3 h de ejercicio agotador en bicicleta. Los resultados mostraron que al finalizar el periodo de ejercicio agotador, la función sistólica del ventrículo izquierdo se mantuvo sin diferencias respecto a los valores observados pre-ejercicio; sin embargo, al someter a los sujetos a un ejercicio posterior se observó un descenso de la función sistólica, independiente de la frecuencia cardiaca. Este estudio demostró que la función sistólica del corazón también se ve afectada después de ejercicios agotadores prolongados en el tiempo.

 
La pregunta es obligada: ¿es realmente saludable este perfil de ejercicio?