Distintos métodos de enfriamiento han sido estudiados con el fin de mejorar la recuperación después de entrenamientos intensos o competición. Muchas de las investigaciones están realizadas con sujetos desentrenados, lo que hace que la transferencia de los posibles efectos a los atletas sea cuestionable. Recientemente, se han publicado los resultados de un meta-análisis (Poppendieck y col, 2013; Int J Sports Physiol Perform 20-feb) en el que se analizaron 21 estudios realizados con atletas. Los resultados mostraron que independientemente del ejercicio usado para inducir fatiga, los efectos después de actividades de resistencia aeróbica fueron mayores que los asociados a actividades de fuerza.
La inmersión en agua fría y las cámaras criogénicas fueron más beneficiosas que la aplicación local de frío. La inmersión completa en agua fría fue más eficaz que la inmersión parcial de brazos o piernas. Los resultados sugieren que los efectos medios del enfriamiento sobre la recuperación en atletas fue pequeña (2,4%); sin embargo, apropiadamente aplicado el enfriamiento post-ejercicio muestra suficientes efectos positivos como para ser considerado relevante en atletas.