Introducción

El nacimiento prematuro es una de las causas más importantes de mortalidad perinatal. Es cierto que por desconocimiento del pasado, no se recomendaba ejercicio en mujeres embarazadas debido a los riesgos que se presuponían en relación a partos prematuros. La relación ejercicio-parto prematuro manejaba como justificación el aumento de catecolaminas, especialmente noradrenalina, que podría estimular la actividad del miometrio. Por otra parte, el ejercicio podría prevenir el parto prematuro por otros mecanismos como el descenso del estrés oxidativo o la mejora de la vascularización de la placenta. Por lo anterior, la seguridad del ejercicio aplicado a mujeres embarazadas en relación al nacimiento pre-término permanece controvertido.

Objetivo

El objetivo de esta revisión sistemática y meta-análisis fue el de evaluar los efectos del ejercicio durante el embarazo sobre el riesgo de parto prematuro.

Base de datos

MEDLINE, EMBASE, Web of Sciences, Scopus, ClinicalTrial.gov, OVID, and Cochrane Library  fueron buscados desde el inicio de cada base de datos hasta abril de 2016. Los criterios de selección incluyeron sólo ensayos clínicos aleatorios de mujeres embarazadas asignadas al azar antes de las 23 semanas a un régimen de ejercicio aeróbico. Los tipos de participantes incluyeron mujeres de peso normal con embarazos sencillos sin complicaciones sin contraindicación obstétrica a la actividad física

Resultados

En el estudio se incluyeron a 1022 mujeres que realizaron ejercicio y a 1037 que participaron como grupo control. Los autores concluyeron que el ejercicio aeróbico realizado entre 35-90 min, 3-4 veces/semana durante el embarazo es seguro para mujeres sanas en normopeso, con embarazos únicos, no asociándose a un aumento de riesgo de parto prematuro, o con una reducción de la edad de gestación. El ejercicio se asoció con una mayor incidencia de parto vaginal y una menor incidencia de cesáreas, con menor incidencia de diabetes gestacional e hipertensión arterial.

Conclusión

Es obvio que el ejercicio físico en mujeres embarazadas si debe de estar indicado, seria siempre y cuando cumplan los requisitos médicos que podrían no recomendarlo. Por tanto, el profesional que tome dicha responsabilidad de entrenar a una mujer embarazada, deberá, primero, tener la autorización médica pertinente, y segundo, poseer los conocimientos apropiados para mandarle la practica del ejercicio.