El objetivo de este estudio Journal of the International Society of Sports Nutrition 2014, 11:21 fue evaluar la influencia de tres meses de intervención dietética en el ciclo menstrual en atletas femeninas jóvenes con amenorrea u oligomenorrea. La amenorrea es la ausencia de menstruación por tiempo prolongado. Esto ocurre por factores genéticos, hormonales, anatómicos o por un trastorno primario como el embarazo, problemas alimentarios o por practicar deporte.  No hay una respuesta definitiva, al porque sucede esto, pero se barajan varias posibilidades. La primera es que el entrenamiento duro y prolongado produce estrés en el cuerpo.  Una buena cantidad de deportistas femeninas de élite sufren de amenorrea a lo largo de su carrera pero también las deportistas amateur o que practican deporte ocasional pueden tenerla. Asimismo, se asocia la amenorrea con la disminución de grasa corporal, que afecta la producción de estrógeno. Las deportistas como sabemos, procuran eliminar la grasa, así como las bailarinas, gimnastas etcétera.

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Métodos

45 atletas de 31 años,  profesionales femeninas con irregularidad menstrual fuerón escogidas, completaron el estudio. La hiperprolactinemia, disfunción de la tiroides, insuficiencia ovárica primaria e hiperandrogenismo fuerón excluidos en los participantes de este estudio. Los sujetos comenzarón el entrenamiento intenso a la edad de 11,2 + / – 3,5 años y continuaron durante sus próximos 6,8 + / – 3,3 años. La energía,la ingesta de nutrientes, el gasto total de energía, la disponibilidad de energía y la composición corporal, así como las concentraciones séricas de LH, FSH, 17 – beta estradiol como la progesterona se midierón al inicio del estudio y después de tres meses tras la intervención dietética individualizada.

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Resultados

Después de tres meses de la intervención dietética hubo un aumento significativo en el consumo de energía (2354 + / – 539 vs 258 8 + / – 557 kcal, P = 0,004) y como de la disponibilidad de energía (28.3 + / – 9.2 vs 35.8 + / – 12.3 kcal / kg FFM / d, P = 0,011) se observó una mejora del balance energético (-288 + / – 477 vs -51 + / – 224 kcal / d, P = 0,002). Aunque no se observarón cambios en el índice de masa corporal y la composición corporal, pero hubo un aumento significativo aumento en las concentraciones de LH (3,04 + / – 1,63 vs 4,59 + / – 2,53 mUI / ml, p = 0,009) y en el LH a la FSH relación de (0,84 + / – 0,56 vs 0,96 + / – 0,52, P = 0,001) pero hubo restauración de los ciclos menstruales.

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Conclusión

Este estudio proporciona un mayor apoyo para el papel de la deficiencia de la energía en los trastornos menstruales entre atletas femeninas jóvenes y los beneficios de una ingesta adecuada de nutrientes, como la disponibilidad de energía en la concentración de hormonas. Se necesita más intervenciones dietética para evaluar el grado de mejora a largo plazo según los resultados del estado nutricional en la mejora del estado hormonal de las mujeres atletas, que permitiría una mejora en la regulación del ciclo menstrual.