La tiamina (vitamina B1) ayuda a las células del organismo a convertir carbohidratos en energía. El papel principal de los Hidratos de carbono es suministrar energía al cuerpo, especialmente el cerebro y el sistema nervioso. La tiamina también juega un papel en la contracción muscular y la conducción de las señales nerviosas.

Una falta o deficiencia de tiamina puede causar debilidad, fatiga, psicosis y daño neurológico.

La deficiencia de tiamina en los Estados Unidos se observa con más frecuencia en personas alcohólicas, ya que el consumo excesivo de alcohol dificulta la absorción de la tiamina de los alimentos por parte del cuerpo. A menos que aquellas personas con problemas de alcoholismo reciban cantidades de tiamina superiores a las normales para compensar la diferencia, el cuerpo no obtendrá suficiente cantidad de esta sustancia, lo cual puede llevar al desarrollo de una enfermedad llamada beriberi.

En los casos de deficiencia grave de tiamina, se puede presentar daño cerebral. Un tipo se llama el síndrome de Korsakoff y el otro es la enfermedad de Wernicke. Cualquiera de las dos o ambas enfermedades se pueden presentar en la misma persona.

No existe toxicidad conocida ligada a la tiamina.

Los investigadores, que trabajaron en el Instituto de Shanghai de Ciencias Biológicas, estudiaron 1.587 hombres y mujeres de edades comprendidas entre 50 y 70 años. Los investigadores utilizaron cuestionarios para determinar si los participantes tenían tendencias depresivas. Sugieren que una dieta que contiene cantidades relativamente grandes de tiamina reduce la probabilidad de la depresión.

Los investigadores también midieron la cantidad de tiamina que ingirieron a través de su dieta, y analizaron la composición de las células rojas de la sangre. No sólo la concentración de tiamina libre, sino también la monofosfato de tiamina y difosfato de tiamina. Este último, en particular, juega un papel clave en la depresión: es un co-factor para la producción de serotonina.

Los investigadores dividieron a los participantes en cuatro grupos de igual tamaño en función de sus niveles en sangre y por cantidad de tiamina presente en la dieta. En las figuras siguientes los valores de ingesta de tiamina y el estado son más bajo para el cuartil 1 y la más alta para el cuartil 4.

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El estudio sugiere que cantidades altas de vitamina B1 en nuestra dieta diaria, podría reducir síntomas depresivos. Este tema se merece que sea investigado a fondo.

Fuente estudio

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23173173