Esto es totalmente falso. Una sustancia adictiva es aquella que el organismo necesita en cantidades cada vez mayores para satisfacer sus necesidades, lo que provoca, en caso de abstinencia, una serie de síntomas desagradables.

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Aunque nos apetezca tomar dulces y disfrutemos de ellos, es muy poco probable que necesitemos cantidades cada vez mayores de azúcar y que, de no ingerirlas, experimentemos el síndrome de abstinencia. De hecho, el organismo no es capaz de diferenciar entre el azúcar presente en una fruta como, por ejemplo, la manzana, y un terrón de azúcar. Es impensable que alguien pueda temer convertirse en adicto a las manzanas y tener el síndrome de abstinencia si no toma su dosis diaria.