Muchos pacientes con cáncer manifiestan debilidad muscular, no estando clarificadas las causas que provocan esas alteraciones que afectan a la calidad de vida de estos pacientes. Recientemente, se han publicado los resultados de una investigación (Toth y col, 2013; J Appl Physiol 14-feb) en la que los autores evaluaron la ultraestructura del músculo esquelético, y la función contráctil a niveles molecular y celular, en 11 pacientes con cáncer. Los pacientes manifestaron una reducción del 25% de la fuerza de extensión de rodilla, que se correlacionó con un descenso de rendimiento en un test de resistencia caminando. A nivel celular, se constató un descenso de la tensión isométrica de las fibras tipo IIa, justificado por una reducción en el número de puentes cruzados actina-miosina. En las fibras tipo I, se observó una reducción de la cinética de interacción entre la actina y la miosina. Los pacientes también evidenciaron un descenso de la densidad mitocondrial. No hubo diferencias respecto a un grupo control en el contenido de miofibrillas o ultraestructura del sarcómero.

 
Los resultados sugieren que la reducción en la función de las proteínas miofibrilares se esgrime como mecanismo molecular potencial que contribuye a la debilidad muscular en pacientes diagnosticados de cáncer.