Los mecanismos neuronales asociados a las mejoras de la fuerza después del entrenamiento no están claros; modificaciones microestructurales en el tracto corticoespinal, activación cortical y volumen de estructuras subcorticales, pueden asociarse al entrenamiento de fuerza. Recientemente, se han publicado los resultados de un estudio (Palmer y col, 2013; J Appl Physiol 14-mar) en el que los autores estudiaron esos posibles cambios utilizando resonancia magnética después de un entrenamiento unilateral de flexión isométrica plantar durante 4 semanas. Los resultados mostraron un aumento de la fuerza, tanto en la pierna entrenada como en la no entrenada (efecto cruzado). Se observó un descenso de la difusividad media en el tracto corticoespinal izquierdo después del entrenamiento con la pierna derecha. No se observaron cambios en el tracto corticoespinal derecho. Tampoco se observaron modificaciones en la activación cortical, pero si se produjo una reducción significativa del volumen del putamen izquierdo después del entrenamiento.

Este estudio es el primero que relaciona el entrenamiento de fuerza con modificaciones en la sustancia blanca cerebral y en el putamen en cerebros de adultos sanos.