La beta-alanina es una ayuda ergogénica categoría II (posiblemente eficaz), y se utiliza para lograr mayores concentraciones musculares de carnosina, habiéndose demostrado que la ingesta oral de beta-alanina se asocia a un aumento de la concentración intramuscular de carnosina a largo plazo. La carnosina es un dipéptido (histidina + beta-alanina) que se acumula en el tejido muscular esquelético y tiene como una de sus funciones principales su capacidad buffer frente a la acidosis, lo que se ha relacionado con una mejora del rendimiento en aquellas disciplinas de alta intensidad. También se ha relacionado su función con la regulación del calcio (acoplamiento excitación-contracción) y sus propiedades antioxidantes, siendo estas últimas de posible aplicación clínica. Algunas investigaciones han observado mejoras en el máximo estado estable del lactato después de 28 días de suplementación.

Ante las evidencias científicas, y la ausencia de efectos secundarios, recomiendo la suplementación con beta-alanina (6 g/día) no solo en actividades de alta intensidad en las que la acidosis puede ser un limitante (ej. natación), sino también en deportes de resistencia aeróbica. Al igual que otros “alcalinizantes” su prescripción no está indicada en el periodo de entrenamiento, sino en la competición. 

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