¿A qué se denominan Pro-hormonales naturales?
Estas sustancias tienen como misión final, la estimulación de las Células de Leydig por parte de los testículos y por consiguiente la segregación de testosterona, como sabemos hormona imprescindible para la consecución de anabolismo. Otros pro hormonales se comercializan argumentando que su campo de actuación sería en la hipófisis, para aumentar la liberación de la hormona luteinizante.
¿Qué tipo de Pro-hormonales se comercializan?
Actualmente nos encontramos varias sustancias que resaltan las virtudes de segregar una mayor cantidad de testosterona, de entre las más conocidas tenemos:
-Zinc.
-Tribulus Terrestris.
-ZMA.
-DHEA.
¿Qué es el HPTA o eje hipotalámico-hipofisiario-testicular?
Este eje estaría formado por la glándula hormonal (hipotálamo), por la glándula endocrina (hipófisis) y por los órganos glándulares denominados testículos.
El proceso de actuación sería:
– El hipotálamo segregaría GnRH, que sería hormona liberadora de Gonadotropina. Esta GnRH, incidiría directamente sobre la siguiente glándula.
– La hipófisis, que haría que se segreguen dos hormonas más:
– Hormona Luteinizante (LH)
– Hormona Folículo Estimulante (FSH)
Estas hormonas a la vez se dirigirían a las Células de Leydig, situada en los testículos y serían las responsables de segregar testosterona.
Y ¿qué ocurriría si se inhibe este eje?, pues sencillamente y dicho de manera simple, “que no le llegaría señal a nuestros testículos”, por lo que los problemas de “impotencia sexual” estarían patentes. Y ese es uno de los problemas que ocurre cuando se consumen esteroides anabolizantes en cantidades elevadas y prolongadas en el tiempo (3), es decir nuestro hipotálamo detectaría que existe, testosterona en cantidades muy superiores a las que somos capaces de segregar de manera natural, por lo que dejaría de enviar señales como destino final hacia las Células de Leydig. Para ello, los consumidores de esteroides anabolizantes, utilizan terapias de reposición, con la idea de volver a estimular este eje (HPTA), o bien una vez acabado el ciclo o a mediados del mismo.
Ni que decir tiene, que no somos partidarios del consumo de estas sustancias prohibidas, primero porque desde el punto de vista de rendimiento deportivo no es ético y segundo por los problemas de salud que puede acarrear.
¿Y como relacionamos los «pro-hormonales naturales» con todo este proceso hormonal?
Estas sustancias se comercializan con la idea de actuar directamente sobre las ya mencionadas Células de Leydig, pero sin inhibir el eje hipotalámico-hipofisiario-testicular, entre otras cosas porque no hacen que se deje de segregar por parte de los testículos la testosterona propia, sino que supuestamente lo que haría es incrementar la cantidad de testosterona, estimulando a dichas células para incrementar su producción.
¿Y qué dice la ciencia al respecto?
EL Tribulus Terrestris, se comercializa con el objeto de estimular la hormona luteinizante (LH) y con ello, obviamente la testosterona. Entre los estudios más representativos sobre su ineficacia, estaría uno de Rogerson S (7), que suministró 5 semanas de Tribulus Terrestris a jugadores de rugby, concretamente una cápsula diaria de 450 mg, y no se encontraron diferencias en cuanto a los niveles de fuerza o la composición corporal.
Otro estudio (8), suministra 3,21 mg de tribulus por kilo de peso corporal y tampoco encuentra diferencias significativas en cuanto a la composición corporal o aumento de fuerza.
El DHEA o dihidroepiandrosterona. Realmente esta hormona es segregada de manera natural en las glándulas suprarrenales, y a raíz de ella se produce testosterona y mientras en los hombres su producción (de testosterona) es muy baja en comparación con los testículos (un 5% contra un 95%), en las mujeres representa el 60% de la testosterona circulante que procedería de la conversión de andrógenos adrenales (4).
Matthew y colaboradores en el año 2006 (5), comprobaron como la administración de 50 mg de DHEA en 10 sujetos jóvenes no afectaron la concentración de testosterona sérica y con otro grupo de 19 sujetos la administración fue algo superior 150 mg/día, y tampoco se encontraron aumentos considerables de testosterona sérica.
Cómo es lógico, se ha investigado este suplemento y su posible incremento de la segregación de testosterona, no desde el punto de vista deportivo y los efectos que esta hormona puede acarrear sino desde los posibles efectos que puede ocasionar positivamente la segregación o aumento de testosterona y su relación directa con el aumento de la líbido (testosterona). Concretamente tenemos una revisión de Jesús Mendivil y Valeria Borges (6), en el que revisaron 152 artículos, de los cuáles se utilizaron para su estudio tan sólo 25. Esta revisión busca las relaciones entre el DHEA y su eficacia en el manejo de la disminución de la líbido y otros síntomas del envejecimiento (como póstula el título de su trabajo). Sus resultados finales tampoco encuentran resultados positivos entre el consumo de DHEA y la reducción de los síntomas asociados al envejecimiento.
Y por supuesto la posición actual de ISSN (International Society of Sports Nutrition) (9) , considera los pro hormonales naturales, como DHEA o Tribulus Terrestris como suplementos no eficaces para el aumento de masa muscular.
El Zinc, es un suplemento muy valorado en el entorno del atleta, precisamente con ese objeto de segregación hormonal y como apoyo para la restauración del HPTA (eje hipotalámico hipofisiario testicular). Desde la perspectiva científica no se hace necesario el consumo de Zinc o de cualquier otro mineral, puesto que los estudios y los expertos nos hablan que con una dieta equilibrada y completa las cantidades necesarias de zinc quedarían cubiertas. Si es verdad, que un atleta de alto rendimiento podría presentar determinado déficit, en determinadas épocas de la temporada debido al volumen de entrenamiento, en ese caso si optaríamos por suplementarlo por ejemplo con zinc, y magnesio. Ya que un déficit de cualquiera de los mencionados , supondría un estado no optimo para el atleta.
El ZMA, sería Aspartato de Zinc, Aspartato de Magnesio y vitamina b6. Este suplemento a día de hoy tiene disparidad de opiniones, es decir tenemos estudios que nos indican que si funcionaría para los fines esperados, segregación hormonal (1) y por otro lado estudios que desvirtúan totalmente los resultados positivos de aumentos de testosterona (2). Incluso la ISSN (9), no propone este suplemento como no efectivo, pero tampoco como efectivo, sino como suplemento sin concluir.
Conclusiones finales
En cuanto al Tribulus, lo primero que observamos son los pocos estudios que existen para que una entidad como ISSN, lo declare cómo suplemento no válido, apenas se apoya en dos (7)(8). La principal crítica que tiene lugar desde el punto de vista “experimental” o “práctico” por llamarlo de algún modo, de profesionales que se dedican al entrenamiento deportivo, fuera de una oficina o un despacho o que comparten ambas tareas (entre los cuáles me incluyo), sería la poca dosificación que se suministra en los estudios, si observamos en los dos propuestos por ISSN, uno de ellos la toma es de 450 mg/día y la otra 3,21 mg por kilo, para un sujeto de 85 kilos la dosis estaría en menos de 300 mg/día, cuando las dosis que se proponen para que efectivamente se obtengan mejores resultados rondarían entre 1,5 y 2,5 gramos día. Por supuesto que debemos basarnos en la ciencia y es algo que llevo por bandera, pero en mi experiencia personal a lo largo de más de 20 años entrenando a sujetos, he tenido tres casos de ginecomastia con sujetos jóvenes que no consumían esteroides anabolizantes, pero sí tribulus terrestris, claro indicio de aumento de testosterona y de su conversión posterior en estrógenos, por lo que no puedo cerrar la puerta a este suplemento al completo.
Resulta curioso como, el DHEA, es considerado una sustancia no efectiva para aumento de testosterona, sin embargo ¿por qué esta prohibida por la Asociación Atlética Colegial Nacional (NCAA), de Estados Unidos, (10)?, siendo considerada doping. Y además, ¿por qué la Natural Medicines Comprehensive Database (La Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales), basada en evidencias científicas, clasifica este suplemento como “posiblemente eficaz”, para mejorar la habilidad para poder tener una erección en los hombres que sufren una disfunción eréctil?, indicio también de aumento hormonal.
Por lo tanto, pienso que todo este conglomerado de suplementos nos llevaría al mayor o menor número de probabilidades (dependiendo del “potencial” económico que tenga un sujeto) de que un suplemento funcione o no para determinado fin.
Es decir, en mi opinión no podemos cerrar la puerta a estos suplementos, puesto que ni todo el mundo es igual, ni todo el mundo responde de la misma manera a los suplementos. Tampoco tenemos evidencias y estudios como para poder decir de manera aplastante que algo no funciona.
Si el “bolsillo” lo permite, y por supuesto, no perjudica a nuestra salud, podemos usar estas sustancias con el fin de búsqueda de aumento de los niveles de testosterona, puesto que no sabemos si somos o no sujetos con más o menos predisposición para la utilización de esos suplementos. De entre todos ellos, si tuviera que priorizar, me quedaría con el ZMA, puesto que al menos existe la duda de si es válido o no para un porcentaje mayor de sujetos o no a los que le haga efecto.
Bibliografía
1. Brilla LR Comte V. Effects of a Novel Zinc-Magnesium Formulation on Hormones and Strength. ISSN 1097-9751 An International Electronic Journal
Volume 3 Number 4 October 2000.
2. Colin D. Wilborn,, Chad M. Kerksick, Bill I. Campbell, Lem W. Taylor, Brandon M. Marcello, Christopher J. Rasmussen, Mike C. Greenwood, Anthony Almada, & Richard B. Kreider. Effects of Zinc Magnesium Aspartate (ZMA) Supplementation on Training Adaptations and Markers of Anabolism and Catabolism. Journal of the International Society of Sports Nutrition 1(2) 12-20, 2004.
3. Di Pasquale, Más allá de los esteroides anabolizantes. Traducción de Cándido Moro González (1991).
4. Gonzalo Cuadrado Sáenz, Carlos Pablos Abella, Juan García Manso. Aspectos metodológicos y fisiológicos del trabajo de hipertrofia muscular. 2006. isbn.: 84-9823-127-2. wanceulen editorial deportiva, s.l.
5. Matthew Vukovich, Amanda Brown, Rick L Sharp, Tracy A Reifenrath, Kerry A Parsons y Douglas S King. Efectos de la administración oral de DHEA, sobre la Testosterona Sérica y sobre las Adaptaciones al Entrenamiento de la Fuerza en hombres jóvenes. G-SE – PubliCE Premium. 2006-03-14.
6. Jesús M. Mendivil Dacal, Valeria M. Borges. La Dehidroepiandrosterona (DHEA), revisión de su eficacia en el manejo de la disminución de la libido y de otros síntomas del envejecimiento. Servicio de Urología. Clínica de la Asunción. Tolosa, Guipúzcoa, España. Actas urológicas españolas 2009;33(4):390-401.
7. Rogerson S, Riches CJ, Jennings C, Weatherby RP, Meir RA, Marshall-Gradisnik SM. The effect of five weeks of Tribulus terrestris supplementation on muscle strength and body composition during preseason training in elite rugby league players. J Strength Cond Res. 2007 May; 21(2):348-53.
8. Antonio J, Uelmen J, Rodriguez R y Earnest C. The effects of Tribulus terrestris on body composition and exercise performance in resistance-trained males. Int J Sport Nutr Exerc Metab. 2000 Jun;10(2):208-15.
9. Richard B Kreider, Colin D Wilborn, Lem Taylor, Bill Campbell, Anthony L Almada, Rick Collins5, Mathew Cooke, Conrad P Earnest, Mike Greenwood, Douglas S Kalman, Chad M Kerksick, Susan M Kleiner, Brian Leutholtz, Hector Lopez, Lonnie M Lowery, Ron Mendel, Abbie Smith1, Marie Spano, Robert Wildman, Darryn S Willoughby, Tim N Ziegenfuss, Jose Antonio. ISSN exercise & sport nutrition review: research & recommendations. Kreider et al. Journal of the International Society of Sports Nutrition 2010, 7:7
10. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/