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La mayoría de las investigaciones coinciden en señalar un aumento en el uso de suplementos nutricionales en jóvenes deportistas, los más usados son los complejos de vitaminas y minerales, suplementos proteicos, energizantes y creatina. La principal finalidad para su uso, es la mejora del rendimiento físico, de acuerdo a los autores Bell, Dorsh, McCreary, y Hovey (2003).

Según Brous (1995), el uso de suplementos alimentarios, como aminoácidos y creatina, aumenta día a día entre los jóvenes que realizan ejercicio de fuerza en un intento de aumentar la masa corporal, y obtener mayor resistencia de forma rápida y disminuyendo el esfuerzo. Los productos adquiridos son de procedencia y pureza dudosa.

Sánchez Oliver, Miranda León, Guerra Hernández (2008), destacan investigaciones realizadas en Estados Unidos, que muestran un incremento bastante notable del consumo de suplementos nutricionales; generando, en la actualidad, un beneficio de unos 120 mil millones de dólares anuales, en contraste con los 33 mil millones anuales de hace una década.

De acuerdo con el estudio “Análisis del uso de suplementos alimenticios en deportistas de preparatoria”, realizado por la Facultad de Organización Deportiva de la UANL de México (1999), los principales consumidores de suplementación son hombres jóvenes asiduos al gimnasio, viéndose apoyada nuestra hipótesis inicial. Indicando además, que lo principalmente consumido son vitaminas y proteínas solubles.

La encuesta “Percepción del uso de ayudas ergogénicas y rendimiento deportivo de la Academia de Natación de Compensar”, realizada por la Universidad Pontificia Javeriana. (Bogotá D. C.), identificó que la gran mayoría de los deportistas no tienen conocimientos acerca de las ayudas ergogénicas nutricionales que están consumiendo y los efectos que producen en el organismo (Urbina, 2010).

Según el articulo: ¿Es el uso de suplementos nutricionales una puerta de enlace hacia el dopaje?, recogido de la Fundación Miguel Induráin (2003), el uso de suplementos nutricionales con el objetivo de mejorar el rendimiento deportivo se ha propuesto recientemente como uno de los factores de riesgo asociados la práctica del dopaje. Esta afirmación se basa en la “Teoría de la Puerta de Enlace”, la cual sugiere que el uso de sustancias ilegales está precedido por el uso de sustancias legales.

En un estudio realizado por Backhouse, Whitaker & Petróczi (2013), donde participaron 212 atletas de 16 a 26 años de edad; se comprobó que el 45% de estos atletas consumían suplementos, de los cuales el 35% sólo eran nutricionales y el 10% combinaciones de suplementos nutricionales y sustancias dopantes. Al comparar los consumidores de suplementos nutricionales con los no consumidores, se encontraron varias diferencias estadísticamente significativas; principalmente, se confirma que la disposición para doparse es mayor en los consumidores de suplementos nutricionales, y su actitud era más positiva hacia el uso de substancias ilegales.

Otros estudios que corroboran nuestra hipótesis de trabajo, son el articulo “Use of Nutritional Supplementation Among University Recreation Users”, de John Jackson, Thomas S. Lyons, Jessica L. Roberts, Colleen Geary, y Josh Williams (2010), que determina que el uso de suplementos prevalece entre el genero masculino (55%), frente al femenino (28%). Las principales sustancias utilizadas son complejos vitamínicos, creatina y proteínas. Y el realizado por el Departamento de Nutrición y Bromatología, de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada (2008), en el que se concluye que el consumo de suplementos nutricionales es mayor en hombres (62%) que en mujeres (49%). Las preferencias por género son las siguientes: los varones se decantaron por proteínas, creatina y bebidas energéticas; mientras que las mujeres prefieren diuréticos, complejos vitamínicos y chitosán (producto que disminuye parcialmente la absorción intestinal de las grasas).

En contraposición, el estudio realizado por el Department of Family and Nutricional Sciences, University of Prince Edward Island, Canadá (2007), afirma que las mujeres usan suplementos con mayor frecuencia, y este consumo está asociado a la salud, la recuperación y a completar dietas inadecuadas; los hombres los consumen por la mejora del rendimiento físico.

Tipos de suplementos nutricionales más consumidos

A continuación paso a comentar los tipos de suplementos nutricionales que solemos encontrarnos en el mercado y su supuesta utilidad aplicada al deporte en sus diferentes aspectos.

– Suero de proteínas: el suero es la porción fina y acuosa de la leche que se obtiene mediante la coagulación y remoción del cuajo durante la producción de quesos. El suero de proteínas es separado del suero liquido y purificado, estos productos del suero son utilizados como fuentes de proteínas de alta calidad en barras energéticas, proteína en polvo y formulas nutricionales (Isidro, 2007 p.416). El National Research Council, a recomendado en su reciente libro “Diet and Health: Implications for Reducing Chronic Disease Risk”, que no se consuma una cantidad superior de proteínas al doble de la cantidad diaria recomendada (aprox. 56 g/diarios) (Williams, 2002 p.402). Según González (2007), su administración en el ámbito deportivo es muy frecuente y se relaciona al menos con cuatro posibles objetivos: servir de combustible al músculo, estimular la biosíntesis de creatina, estimular la secreción de la hormona del crecimiento y de la insulina, e integrarse en el metabolismo como intermediarios metabólicos.

Las necesidades proteicas de los deportistas son mayores en torno a 1,8 y 2 gramos por kg de peso corporal, incluso hay estudios que demuestran unos 2,5, mas o se ha visto beneficio alguno, por ello su ingesta de proteínas en las comidas es mayor para alcanzar la cantidad de proteínas necesarias, por tanto, existe escasa evidencia para recomendar el consumo adicional de proteínas o aminoácidos para mejorar el rendimiento deportivo. Las personas que pretendan tomar suplementos de proteínas deben saber que una dieta adecuada es suficiente, ya que las proteínas procedentes de los alimentos aportan veinte aminoácidos esenciales y no esenciales, incluyendo los comercializados como ergógenos (Frontera, 2008 p.33).

– L-Carnitina: es una amina que se encuentra en la carne y en menor grado en la leche. Es un metabolito trasportador de los ácidos grasos hacia el interior de la mitocondria para su posterior oxidación, por ello se usa como lipolítica. Los individuos que utilizan la L-Carnitina como suplemento, describen una sensación de aumento de la energía y de descenso del apetito (Isidro, 2007 p.416). Sin embargo, la mayoría de los estudios hasta la actualidad, no respaldan un efecto ergogénico (Minuchin, 2004 p.225).

– Guaraná: de origen brasileño, esta planta contiene altas concentraciones de cafeína, uno de los termogénicos por excelencia. Se incluye en muchas bebidas energéticas o comercializado en forma de cápsulas. Se usa como suplemento para evitar la fatiga y para la definición muscular por su efecto lipolítico (Isidro, 2007 p.416). Un gramo de guaraná equivale a 40 miligramos de cafeína (Finnegan, 2003).

– Glutamina: aminoácido con funciones anticatabólicas, es decir, previene la perdida muscular en situaciones de gran estrés oxidativo, y favorece la síntesis proteica. El ejercicio intenso durante periodos prolongados, puede causar una disminución de glutamina en sangre. La suplementación con glutamina tiene un papel fundamental en el mantenimiento de la proteína muscular. También tiene función recuperadora del glucógeno muscular tras el entrenamiento (Isidro, 2007 p.416).

– Antioxidantes: son sustancias que neutralizan los radicales libre para evitar los efectos dañinos de los mismos. El organismo posee enzimas naturales que actúan como antioxidantes, pero sus niveles descienden con la edad. Los antioxidantes más destacados, son: Betacaroteno: precursor de la vitamina A, sus efectos son disminución de los efectos nocivos del colesterol, protección frente al cáncer y mantenimiento del tejido pulmonar (Isidro, 2007 p.416). Sin embargo, la necesidad de suplementos de vitamina A en un individuo activo no viene apoyada por una base teórica sólida, además si toma megadosis se esta vitamina se pueden provocar efectos indeseables, como debilidad, dolor de cabeza, nauseas y lesiones hepáticas (Williams, 2002 p.214).Vitamina C: potente antioxidante. Vitamina E: considerada uno de los antioxidantes más potentes; disminuye la producción de tromboxanos, evitando la coagulación sanguínea, y aumenta la producción de prostaciclinas, que ayudan a licuar la sangre. También disminuye el nivel de glucosa, y fortalece la función inmunológica. En atletas protege frente a lesiones y aparición de agujetas (Isidro, 2007 p.416). Un experimento diseñado por Kobayashi, usando un protocolo doble ciego, observó que un suplemento diario de vitamina E durante seis semanas, mejoraba el VO2máx., reducía el acido láctico en sangre durante el ejercicio submáximo, e incrementaba la capacidad aerobia en altitudes de 1.500 a 4.500 metros. En otra investigación, Simon-Schnass y Pabst han apoyado los resultados de este estudio previo. Los mismo autores han señalado en un reciente estudio, que los deportistas deberían consumir de 100 a 200 UI diarias de vitamina E (Williams, 2002 p.216).

– Creatina: la fosfocreatina es la fuente de fuerza más importante para las pruebas de velocidad y saltos; sus concentraciones en el músculo se agotan en cinco o seis segundos de esprín intenso (Arasa Gil, 2005 p.154). Se introdujo en el mercado como ayuda ergogénica en 1993 (Minuchin, 2004 p.220). El uso generalizado de suplementos de creatina entre los atletas es bien reconocido. Su consumo aumenta el rendimiento en ejercicio de gran intensidad y aumenta también significativamente la fuerza y la potencia muscular (Arasa Gil, 2005 p.154). Aun así, Greenhaff indica que no disponemos de información suficiente sobre los posibles efectos adversos de la ingesta continuada de creatina (Williams, 2002 p.200). Por ahora los resultados con creatina han sido alentadores en la mayor parte de los casos, y los efectos adversos son leves y manejables en manos de un buen especialista (Minuchin, 2004 p.224).

– Arginina: es un aminoácido necesario para liberar la hormona de crecimiento en la glándula pituitaria, también participa en el bienestar de los sistemas cardiovascular e inmunológico, ya que es un vasodilatador (Pensanti, 2005 p.64). Algunos estudios científicos, como el de Lambert et al. no han demostrado ningún efecto ergogénico significativo de la arginina, ni un aumento significativo en la secreción de hormonas del crecimiento (Williams, 2002 p.194).

– Ginseng: los extractos derivados de esta planta contienen numerosas sustancias, siendo las más importantes los glucósidos, las formas más comunes de ginseng son el chino (Panax ginseng), y el Japones Panax japonicum). El ginseng se comercializa para mejorar la salud y el rendimiento físico, se cree que influye en la actividad neuronal y hormonal. La teoría más respaldada sugiere que estimula el hipotálamo, por ello se usa para aumentar la resistencia frente a los efectos catabólicos del estrés. Otras teorías sostienen que puede influir sobre el rendimiento físico, al aumentar la función cardiaca y el transporte de oxigeno durante el ejercicio (Williams, 2002 p.230). Sin embargo, se han publicado estudios que desmienten su efectividad como suplementación deportiva (González Gallego 2006 p.368).

– Cafeína: es un alcaloide del grupo de las xantinas, presente en plantas como el té, guaraná, mate, cola y café. Se usa por sus propiedades estimulantes y lipolíticas (Arasa Gil, 2005 p.156). La Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva, a través del estudio realizado por Kreideer et al. 2010, ha concluido que la cafeína es eficaz para aumentar el rendimiento deportivo cuando se consume en dosis bajas o moderadas (entre 3 y 6 mg/Kg), no produciendo mejorar adicionales en dosis más altas (> 9 mg/Kg). Además, la suplementación con cafeína es beneficiosa para los ejercicios de alta intensidad como el futbol. También, varios estudios, citados en el mismo artículo, indican que una dosis moderada de cafeína puede ser eficaz para mejorar el rendimiento físico en mujeres entrenadas y en mujeres moderadamente activas.

– Carbohidratos: constituyen la fuente principal de energía para la fibra muscular, principalmente el glucógeno y la glucosa especialmente en deportes de larga duración; una de las principales causas de fatiga muscular es el agotamiento de las reservas de hidratos de carbono en el organismo. Este tipo de suplementos tienen como fin asegurar el aporte a las fibras musculares activas, retrasando la aparición de fatiga (Arasa Gil, 2005 p.154). El aporte complementario de carbohidratos durante el ejercicio es una medida efectiva para mejorar el rendimiento de resistencia; el objetivo principal de la reposición durante el ejercicio es evitar la hipoglucemia (Frontera, 2008 p.24).

Bibliografía

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