Las carreras de maratón se han popularizado en todo el mundo, pero los atletas populares buscan nuevos retos, y con ello el aumento de las distancias (ultramaratón) o de la frecuencia de realización (carreras por etapas). Los efectos sobre la salud de las carreras de maratón han sido estudiados desde varias perspectivas, casi siempre a corto plazo, pero no hay muchos datos de las repercusiones sobre la salud de pruebas de larga distancia desarrolladas en etapas. Recientemente, se han publicado los resultados de un estudio (Karstoft y col,2013; J Strength Con Res 25-feb) en el que los autores estudiaron a 8 corredores experimentados que corrieron 7 maratones de forma continuada (1 por día). Se valoraron diferentes parámetros bioquímicos de la sangre y la composición corporal antes y 20-24 h después de la carrera. El tiempo final acumulado para las 7 maratones tuvo un rango entre 23:25:42 y 34:25:21 (h:m:s). Los resultados mostraron solo menores cambios en los marcadores de daño muscular esquelético, marcadores de daño hepático o marcadores inflamatorios. No se observaron otros cambios significativos. Se produjo un descenso de la resistencia a la insulina, y una mejora en el perfil lipídico al finalizar la carrera. También se observó un descenso de la grasa corporal y un aumento de la masa libre de grasa, sin cambios en el peso total. En resumen, siete maratones continuados no provocaron efectos negativos importantes sobre los marcadores de salud analizados, excepto algunos marcadores de “daño cardiaco” comunes como respuesta en pruebas de resistencia aeróbica y que habitualmente se encuadran en respuestas fisiológicas sin trascendencia clínica.
Falta por conocer datos fiables de los efectos de este tipo de actividades sobre la salud de los individuos a largo plazo; esos análisis son muy complicados de realizar en el ámbito del deporte aficionado, pero en mi opinión no hemos de descartar efectos negativos sobre la salud (osteoarticular, especialmente, pero quizás también renales o cardiacos) que a día de hoy no están definitivamente contrastados.